La Biblia es un libro sagrado que ha servido como fuente de conocimiento e inspiración para millones de personas a lo largo del tiempo. Entre los muchos temas que aborda, uno de ellos es el de la vida de los bebés en gestación. ¿Qué dice la Biblia acerca de ellos? En este artículo, exploraremos la perspectiva bíblica sobre este tema, analizando las diferentes citas que se encuentran en ella.
La vida antes del nacimiento
Es común creer que la vida comienza en el momento del nacimiento, pero la Biblia nos muestra que esto no es así. En el Salmo 139:13-16, se lee: «Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No estaba encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas».
Esto nos indica que Dios conoce a cada ser humano desde antes de que se forme en el vientre materno. Es decir, la vida empieza en el momento de la fecundación, y no en el nacimiento.
La importancia del bebé en gestación
La Biblia enseña que cada ser humano es valioso y creado a imagen de Dios. Esto incluye a los bebés en gestación. En Génesis 1:27, se lee: «Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó». No importa la etapa de desarrollo en la que se encuentre un bebé en el vientre, sigue siendo imagen de Dios y tiene dignidad y valor.
El aborto en la Biblia
El aborto no es mencionado de manera explícita en la Biblia. Sin embargo, existen varias citas que sugieren que la vida humana es sagrada y que el aborto no es aprobado por Dios.
En Éxodo 21:22-25, se dice: «Si algunos riñeren y heridere a mujer embarazada, y fuere causa de que aborte, y no resultare otro mal, será multado conforme a lo que le impusiere el marido de la mujer, y juzgarán los jueces. Mas si resultare algún mal, entonces darás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe».
Esta cita indica que el aborto es visto como una injusticia y un daño a la vida de la mujer embarazada. Además, la consecuencia es una multa y no la muerte como sí lo es en una pelea que le hubiera causado la muerte a otro hombre.
La responsabilidad de los padres
Los padres tienen la responsabilidad de proteger y cuidar a sus hijos, incluso antes de que nazcan. En Proverbios 31:8-9, se dice: «Abre tu boca por el mudo en el juicio de todos los desvalidos. Abre tu boca, juzga con justicia, y defiende la causa del pobre y del menesteroso».
Es deber de los padres defender la vida de sus hijos, incluso cuando están en el vientre materno. Siendo que es humanamente imposible sustentar físicamente a bebés con nacimientos prematuros más allá de las 20-24 semanas de gestación ( dependiendo del desarrollo del feto y los recursos médicos), el desconectar los equipos de ventilación es algo usual de hacer para evitar más sufrimientos.
La adopción
La Biblia habla de la adopción como una opción valiosa para proveer de un hogar y una familia a aquellos bebés que son concebidos en circunstancias difíciles. En Efesios 1:5, se lee: «En amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad». Dios ha adoptado a aquellos que creen en él, demostrando así que la adopción es una forma noble y amorosa de construir una familia.
El perdón y la gracia de Dios
Si has tomado la decisión de abortar en el pasado, es importante que sepas que Dios te perdona y te ofrece su gracia. La Biblia dice: «Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad» (1 Juan 1:9). Dios es un Dios de amor y misericordia, y siempre estará dispuesto a perdonarte por cualquier error que hayas cometido.
Conclusión
La Biblia enseña que los bebés en gestación son seres humanos valiosos y creados a imagen de Dios. La vida comienza en el momento de la fecundación, y los padres tienen la responsabilidad de proteger y cuidar a sus hijos desde ese momento. El aborto no es mencionado de manera explícita en la Biblia, pero las citas sugieren que la vida humana es sagrada y que el aborto no es aprobado por Dios. Si has tomado la decisión de abortar en el pasado, Dios siempre estará dispuesto a perdonarte y ofrecerte su gracia y misericordia.
La enseñanza bíblica sobre los bebés en gestación nos llama a valorar, proteger y cuidar la vida de cada ser humano desde el momento de su concepción, y a buscar siempre el bienestar y la protección de los más vulnerables y de quienes aún no han nacido.