¿Qué es el alma?
Para poder comprender cuándo se considera que un bebé tiene alma, primero es necesario entender qué es el alma. En diferentes culturas y creencias, el alma es entendida de diferentes maneras, pero fundamentalmente se le considera como el principio espiritual que da vida a un ser humano. Es comprendida como la esencia más profunda y divina de cada uno de nosotros, el lugar donde reside la parte más auténtica de nuestra personalidad.
A partir de aquí, muchas religiones se preguntan sobre el momento exacto en el que un bebé recibe su alma, y si es subjetivo o depende de algún otro factor externo.
Es una pregunta compleja que difiere enormemente según la religión o cultura que se consulte. En este artículo veremos algunos de los distintos pensamientos que existen y qué factor determina exactamente cuándo se considera que un bebé tiene alma.
Creencias cristianas
En la religión cristiana, se considera que el alma se recibe en el momento de la concepción. Para esta religión, el ser humano está compuesto por cuerpo y alma, y la concepción es el momento en el que ambas cosas se unen.
Por lo tanto, para el cristianismo no existe ningún momento posterior en el que un bebé recibiría su alma, ya que consideran que ésta ya ha sido transmitida durante la concepción.
Creencias islámicas
En el islam, también se considera que el alma entra al cuerpo en el momento de la concepción. Para ellos, el ángel Gabriel es el mensajero que le comunica a Alá que se ha creado un nuevo ser humano.
Este momento es conocido como «el soplo de vida», y es cuando se considera que el alma es transmitida al feto en desarrollo.
Creencias judías
La religión judía también considera que el alma entra en el cuerpo en el momento de la concepción. En la Torá, se dice que Dios dice a Jeremías: «Antes de que te diera forma en el vientre de tu madre, ya te conocía.»
Esto indicaría que desde el momento de la concepción, Dios ya conoce al ser humano, y por lo tanto, se considera que el alma ya ha sido transmitida.
Creencias en otras culturas
En culturas como la india, la tradición hindú considera que el alma nunca muere, sino que pasa por diferentes ciclos de reencarnación. Creen que la alma está presente desde el principio del tiempo y simplemente se mueve de un cuerpo a otro.
En la tradición africana, se cree que las almas son temporales y pueden ser transferidas de un ser humano a otro. Por lo tanto, no hay un momento fijo en el que se considera que un bebé tiene alma, sino que puede variar según la creencia de cada tribu o familia.
La perspectiva científica
Desde la perspectiva científica, no se considera que exista un «momento» en el que se pueda identificar que un bebé tenga alma. La ciencia estudia fenómenos tangibles y empíricos, y el alma es una cuestión subjetiva y religiosa.
Por lo tanto, no podemos evaluar la teoría del alma científicamente. Lo que sí podemos hacer es estudiar el desarrollo embrionario y fetal, y ver cómo se producen los cambios en el cuerpo del bebé durante las diferentes etapas de su crecimiento.
¿Por qué se le da tanta importancia a este tema?
La importancia de saber cuándo se considera que un bebé tiene alma tiene su origen en la creencia de que el ser humano es más que un simple cuerpo físico. Entender que existe un elemento espiritual y sublime en cada uno de nosotros nos lleva a valorar la vida y la existencia de cada ser en un nivel diferente.
Por otro lado, también está el hecho de que la creencia en el alma es una de las características más distintivas de cada religión, y por lo tanto, entender cuándo se considera que un bebé tiene alma es esencial para cada una de ellas.
Conclusiones
En definitiva, no existe una respuesta unánime a la pregunta sobre cuándo se considera que un bebé tiene alma. Cada cultura y cada religión tiene su propia opinión al respecto, y cada una de estas creencias son igualmente válidas.
Como seres humanos, nuestra percepción del mundo es principalmente subjetiva y depende en gran medida de nuestra propia cultura y del entorno en el que hemos crecido. Por lo tanto, es importante respetar todas las creencias y entender que no hay una única respuesta correcta a esta pregunta.