¿Cuáles son las razones por las que mi bebé prefiere estar siempre en brazos?

¿Por qué mi bebé siempre quiere estar en brazos?

Cuando esperamos un bebé, soñamos en tener momentos de felicidad, brindar todo el amor y proporcionarle un hogar seguro. Muchos padres se preparan para el momento, comprando todo lo necesario y leyendo libros sobre el cuidado del bebé. Sin embargo, a menudo llegan sorpresas que no esperamos. Una de ellas es que los bebés a menudo prefieren estar siempre en brazos. En este artículo, vamos a explorar algunas de las razones que pueden hacer que tu bebé quiera estar en tus brazos todo el tiempo.

Razón #1: Instinto de supervivencia

Esencialmente, los bebés son seres indefensos que necesitan el cuidado y la atención constante de los padres y otros adultos. Al nacer, están acostumbrados a tener el contacto físico con sus madres como una forma de supervivencia, lo que les permite estar protegidos y seguros.

Los bebés tienen un instinto de supervivencia natural que les hace aferrarse a la persona que les brinda calor, protección y nutrición. Por eso, no es raro que un recién nacido quiera estar en brazos todo el tiempo.

Razón #2: Comodidad y seguridad

Los bebés suelen sentirse más cómodos y seguros en los brazos de sus padres, ya que les dan una sensación de protección y cercanía. El contacto físico ayuda a los bebés a regular la temperatura y controlar el ritmo cardíaco, lo que les brinda una sensación de seguridad y comodidad. Además, la cercanía física con sus padres también les brinda una sensación de tranquilidad que los hace sentir protegidos.

Razón #3: Buscan atención y conexión

Los bebés a menudo anhelan atención y conexión humana. Quieren comunicarse y establecer un vínculo con sus padres y otros adultos, y los brazos son a menudo el lugar donde se sienten más conectados. Si un bebé se siente solo o necesita atención, es normal que quiera estar en brazos para sentir el contacto humano.

Razón #4: Necesidad de estimulación sensorial

Los bebés necesitan estimulación sensorial y contacto físico para desarrollarse adecuadamente, y a menudo buscan la estimulación que les brinda el contacto humano. Estar en tus brazos les permite explorar, aprender e interactuar con su entorno. También les da acceso a diferentes ángulos visuales y auditivos. Así, estar en brazos no sólo les da una sensación de confort y seguridad, sino que también les brinda una oportunidad para experimentar su mundo.

Razón #5: Reflejo de moro

Todos los recién nacidos tienen un reflejo conocido como el reflejo de Moro. Este reflejo se activa cuando un bebé siente que se cae o está en peligro, y hace que extienda los brazos y las piernas en un intento por agarrar algo. Esto es una respuesta natural diseñada para mantener al bebé seguro y protegido. Como resultado, cuando un bebé se siente inseguro o incómodo, es probable que su instinto Moro se active y que quieran estar en tus brazos para sentirse más seguros.

Razón #6: Necesidad de alimentación

Los bebés tienen la necesidad de comer con regularidad. El contacto con la madre y los brazos queda asociado a la idea de nutrición y protección. Por eso, cuando un bebé tiene hambre, puede querer estar en brazos donde sabe que obtendrá su alimento y el amor que necesita.

Razón #7: Necesidad de sueño

Los bebés necesitan dormir mucho durante los primeros meses de vida y les resulta difícil dormirse solos en una cuna. A menudo, los bebés se sienten más cómodos cuando están en brazos y, como resultado, es más fácil para ellos conciliar el sueño. De hecho, muchas veces el dormir en brazos es una forma de fomentar el sueño en un bebé.

Razón #8: Separación reciente de la madre

La separación de la madre puede inducir en el bebé un apego emocional aun mayor. En esos momentos, los recién nacidos pueden sentirse más inseguros, y la necesidad de estar en brazos, a menudo se convierte en una forma de sentirse protegido y seguro.

Conclusión

En conclusión, hay múltiples razones por las que tu bebé quiere estar en tus brazos todo el tiempo. Desde la necesidad de supervivencia, seguridad y comodidad; hasta la necesidad de conexión y estimulación sensorial. Está bien abrazar a tu bebé y disfrutar de este momento en el que te necesita tanto. Recuerda que el contacto físico y el amor son vitales para el crecimiento y desarrollo saludable de tu bebé. Asimismo, no te sientas mal si sientes que ya no puedes cargarlo, o si lo haces y no puedes hacer nada más, tampoco debes sentirse culpable. Pero si sigues con eso, no te preocupes, ya habrá tiempo para dormir solos y aunque al principio te duela, pues tendrás que seguir un itinerario consistente en la crianza de tu hijo. Al final, tendrás grandes recuerdos de esos momentos inolvidables de llevar a tu bebé en tus brazos.