La frustración de no poder tener relaciones sexuales para las mujeres
Es indudable que existen múltiples factores que pueden afectar la vida sexual de las mujeres. Un tema muy complejo que va desde problemitas relacionados con la salud, hasta desequilibrios hormonales o trastornos psicológicos. Uno de los más comunes, y estresantes, es la frustración de no poder tener relaciones sexuales. En este artículo hablaremos sobre los efectos que puede tener para una mujer experimentar esta realidad.
Las causas de la frustración sexual
Antes de hablar sobre las consecuencias que puede tener la frustración de no poder tener relaciones sexuales, es importante conocer algunas causas que pueden provocarla. De hecho, este problema no tiene una única explicación, y puede estar relacionado con:
- Bajo deseo sexual
- Falta de excitación
- Dolor durante la penetración
- Sequedad vaginal
- Trastornos psicológicos, como la ansiedad o el estrés
Es decir, detrás de la frustración de no poder tener relaciones sexuales no siempre está la imposibilidad física de realizarlas, sino que hay emociones y factores psicológicos que se ven involucrados.
Bain doloroso durante la relación: una de las posibles consecuencia
Uno de los efectos más comunes cuando una mujer experimenta la frustración de no poder tener relaciones sexuales es la aparición de dolor intenso durante la relación sexual. En muchas ocasiones, este dolor puede estar provocado por la falta de lubricación vaginal. A su vez, puede ser consecuencia de una alteración hormonal, en particular durante la menopausia.
En otros casos, es posible que el origen del dolor sea orgánico, como consecuencia de alguna infección. Esta situación puede llegar a ser muy estresante, ya que la mujer empieza a preocuparse por el dolor en lugar de disfrutar de la relación sexual. Además, la frustración de no poder tener relaciones sexuales puede llevarla a tener miedo a mantener relaciones íntimas, y puede sentirse emocionalmente desconcertada e insegura.
Los efectos psicológicos
La frustración de no poder tener relaciones sexuales puede ser realmente devastadora tanto para la vida en pareja como para la individualidad de la persona. En algunos casos, puede llevar a la depresión y a la inseguridad tanto sexualmente como en la relación de pareja. Este problema puede afectar a la autoestima de la persona y dejarla completamente confusa e insegura en cuanto a su sexualidad.
En consecuencia, pueden aparecer pensamientos obsesivos y dificultades para concentrarse en otros aspectos de la vida la zona. Es posible asimismo que aparezca el miedo a enamorarse o a establecer relaciones sexuales. De hecho, este tipo de problemas pueden tener un efecto muy negativo en la autoimagen y en la capacidad para establecer relaciones satisfactorias.
La importancia de una comunicación abierta
Sin duda, la comunicación abierta es clave si se quiere hacer frente a la frustración de no poder tener relaciones sexuales. En el caso de las mujeres, es importante compartir lo que se siente y se está viviendo. Puede ser útil hablar con una amiga o un familiar de confianza, o bien con un profesional.
La comunicación es fundamental, especialmente en la pareja; un diálogo libre y honesto puede ayudar a ambos a identificar y solucionar los problemas juntos, en un ambiente de respeto y confianza. A veces, los problemas que se esconden detrás de la frustración de no poder tener relaciones sexuales pueden estar relacionados con problemas de comunicación en la pareja.
Otros efectos de la frustración de no poder tener relaciones sexuales
Además de dolor físico y efectos psicológicos, hay otros resultados que se deben considerar cuando una mujer experimenta frustración en la vida sexual:
- Una disminución en la libido y en el deseo sexual.
- La aparición de sentimientos de inseguridad y falta de autoestima.
- En algunos casos, la persona tiende a aislarse y a perder el interés por el sexo u otras actividades que antes disfrutaba.
- La dificultad en la construcción y desarrollo emocional de una relación de pareja; se puede llegar a estados de confusión y depresión.
La frustración de no poder tener relaciones sexuales puede ser dolorosa, pero hay que tener en cuenta que siempre hay soluciones que se pueden buscar para romper con esta realidad.
Conclusiones
En conclusión, el efecto más evidente cuando una mujer experimenta la frustración de no poder tener relaciones sexuales no es solo el dolor físico, sino también el efecto emocional y psicológico causado. Pueden surgir, como ya se ha visto, otros efectos no menores, como la disminución del deseo sexual, sentimientos de inseguridad y la dificultad en la construcción de relaciones de pareja saludables.
Encontrar soluciones, dejar de lado la vergüenza y consultar a un profesional son algunos de los pasos básicos que se pueden tomar para afrontar el problema. En realidad, lo importante es tener una mente abierta y saber que existen muchas opciones y alternativas para mejor la vida sexual de una mujer, y por tanto, su calidad de vida en general.